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La forma cambia, el propósito se afina.

Antes de Rendirte

Publicado el 21 Sep 2025

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Advertencia de contenido: Este texto relata acerca de intimidad y trauma físico/emocional

¿Que pasaría si un día en que pestañeas muy lentamente, aletargado por días agotadores llenos de estrés y trabajo, abres tus ojos y te ves en el pavimento de una autopista sin lograr mover desde tus pectorales hacia abajo mientras te arrastras con lo único que tienes activo, tu cuello y tus brazos, para que los autos no te aplasten las piernas, al mismo tiempo que estás agitado y casi sin poder respirar, por que algunas costillas quebradas perforaron uno de tus pulmones? ¿Cómo te imaginarías a ti si tienes un tubo atravesando tu cuello para que te alimenten, tres tubos más, como raíces plásticas, saliendo y entrando por tu vientre y un último extra saliendo por tu órgano sexual, recordándote que la lascivia y la privacidad eran momentos lejanos en tu vida? ¿Cómo te sentirías si, mientras estás aprendiendo a lidiar con la depresión, con la pérdida del control de tus esfínteres, con el balance constante sobre una silla de ruedas para no desplomarte y caer al piso, te enteras de que tu prometida, la persona que más amas en ese momento, te lleva engañando desde hace meses con la otra persona que más amas en el mundo, tu mejor amigo?

¿Pudiste imaginarlo?

¿Te atreves a imaginarlo?

¿Pudiste si quiera pensar en que algo así pueda pasar?

Pues sí, pasó. Y todo en un periodo relativo a un año. Y sí, lo que estás pensando también es cierto, todo eso me pasó a mí.

Ahora, ¿Podrías salir adelante después de esto cuando todo el mundo que conoces, tus amigos y amigas que estuvieron al principio prometiéndote que nunca te dejarían solo, la gente de la cual piensas que estarán para ti en cualquier ocasión, poco a poco van desapareciendo de tu vida?

Y finalmente te pregunto, ¿Continuarías con tu vida vagando como un espectro sin ánima o dejarías que la muerte tome el control?

Desde ya dejemos algo en claro: la vida es una mierda, la vida es un sacrificio que muchas veces te trae el triple de tragedias que de las cosas buenas que podrías experimentar, ¿o no? ¡Claro que sí! Ya es momento de abrir los desgastados ojos de tanta hemorragia cínica que vemos todos los días y aceptar que la vida es dolor y que nadie tiene una tábula de decisiones que fueron escritas en piedra desde antes del nacimiento. Tú, el incansable positivismo extremo y también tú, la motivación enajenada, ustedes dos son parte de la responsabilidad.

Pero también te traigo otro relato, no por eso me dejé vencer y darle mis decisiones y mi futuro a lo que algunos llaman destino, a lo que otros llaman el karma, y otros... "un poder superior", uno que me apuntó y me marcó en la espalda con un cuchillo fulgente, escribiendo con dedicación y muy lentamente: "El Desafortunado". ¡No! No los dejé ¿Y qué hice? Pues llevé los hombros hacia atrás al mismo tiempo que ponía la frente en alto, lancé un estentóreo grito al cielo y les dije a este grupo arrogante y egocéntrico de fines sentenciados: "denme más, que puedo soportar el triple, puedo soportarlo y lo haré... lo haré antes de rendirme".

Queridas y queridos, así es. "Antes de Rendirte" es el titúlo del primer libro que estoy llevando a cabo con mucha sensibilidad y detalle. A pesar de la obviedad del contexto por las evidentes situaciones surgidas en esta historia, quiero evitar el dramatismo exagerado lo que más pueda, porque ya de por sí, solo por la retahíla de los acontecimientos, el drama está implícito.

Y quiero que sepas desde ya, y con todo el cariño y esfuerzo que estoy dedicando en escribir este libro (algo que siempre fue mi sueño), que este no se trata de cómo sufrí, no es el fin de la experiencia que quiero transmitir. Quiero contarte cómo tomé responsabilidades, cómo acepté las tragedias y cómo construí herramientas para que así, por este medio, algún día le pueda servir a alguien que se sienta en apuros, a alguien que, al menos, antes de tomar una desición drástica, pueda encontrar algo de analogía en mis experiencias y lo intente una vez más, y lo intente antes de rendirse.

"Antes de rendirte" no debe ser visto como un manual de superación ni un punto de comparación en donde tú como lectora o lector pienses "si él está peor que yo, yo no puedo estar mal". ¡No! Cada ser humano interpreta las tragedias de diferentes maneras según sus propias herramientas y experiencias, nadie es más fuerte que el otro, pero juntos somos imparables. Quizás tomes una visión así, una que tomé yo en algún momento, una que relataré en mi libro (me refiero al de compararme con otros y otras). Pero el enfoque debe estar en descubrir que todavía tienes recursos recónditos, propios y ocultos que por la eventualidad no has tocado, tal vez ni siquiera los has mirado, pero están ahí, en tu mente, en tu corazón y en tu cuerpo.

Espero con ansias poder terminarlo y compartirte mi historia. Y, como siempre, te envío un enorme abrazo =)